miércoles, 7 de agosto de 2013

Festejo de placer

Lo recuerdo bien, era el festejo de mi cumpleaños, yo deseaba algo especial, tomé la inciativa y acordamos vernos, espero en la habitación 315, paseo por ella con ansia de verte, preparo todo, las velas, el incienso, música, jacuzzi, todo listo para pasar una noche inolvidable. Me quedo en camisa y zapatillas, tocas la puerta y salgo abrir, mi deseo era tal que me colgué de ti, besos suaves y caricias delicadas, me tomas por la cintura y me cargas hasta la orilla de la cama (en ese momento cierro los ojos porque me invadía la humedad por tu firmeza) y comenzamos a disfrutar de nuestros cuerpos; ya desnudos, te acercaste y te recuesto, comienzo a disfrutar de tu miembro de forma pausada, delicada lo masajeo con mis manos, lo recorro con mi lengua, lo beso, lo lamo, lo chupo, me lleve parte de la noche haciéndote gozar. Posteriormente me tocó a mí, me recostaste y comenzaste a estimular mi clítoris lentamente, acercabas tu lengua y jugueteabas, hacías maravillas con tu boca, de pronto tomaste la botella de agua tomaste un trago y lo vertiste dentro de mí, después lo succionaste y fue delicioso… Esa noche inolvidable que disfrutamos horas y horas de nuestros cuerpos, cuando al fin llegamos al clímax ya nos encontrábamos en un estado de vehemencia que quedamos abrazados toda la noche… Sumiko

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